Canciones de amor a quemarropa

Autor: Nickolas Butler.

Hace un par de años pedí consejo en Twitter para empezar a leer libros que contuviesen música en sus historias. Canciones de amor a quemarropa fue uno de los recomendados. Fausto era otro. Como siempre, se me cruzó una ilusión literaria nueva y se apagó la fiebre musical.

Y como ocurre con las personas que llegan a formar parte de tu vida, Canciones de amor a quemarropa ha insistido en volver a cruzarse en mi camino. Esta vez a través de un grupo de lecturas conjuntas en Telegram. Ya parecía una señal… Así que dije sí a zambullirme entre sus páginas.

Lee, Ronnie, Kip y Henry consideran su amistad y su pueblo como el hogar, el lugar al que siempre deseas volver o del que nunca tuviste intención de marchar. Beth, la mujer de Henry, es parte de ese círculo, pues una novia “de toda la vida” siempre lo es. No son niños, ni adolescentes, pero se aferran a lealtades y sentimientos de antaño. Seres que se crían en el entorno rural americano y del que no todos desean huir. La salida a la gran ciudad no esconde el elixir de la felicidad ansiada, o no para todos.

Cada uno había marcado sus propios objetivos. Vaquero, músico, empresario… Conseguidos o no en la edad adulta, encuentran el consuelo o la celebración en su propia cercanía emocional. Sin embargo, la vida no es lineal, y en ese ejercicio de añoranza de lo vivido, solemos dar el salto a la idealización de lo que aconteció. Surgen entonces distintas maneras de recordar un mismo tiempo, incluso percepciones enfrentadas. Generalizo porque es inevitable extrapolar lo que transmite la historia a la propia existencia del lector. De pronto esos chicos llevan los nombres de tus amigos y las ocasiones en las que tu actitud pudo o debió ser diferente rebosan obligándote a parar.

Interesante que el narrador de cada capítulo sea uno de los implicados, haciéndolo en primera persona. Ello logra aportar un punto intimista que traspasa el papel. Sientes que se abren en canal para darte a conocer todo lo que llevan dentro. Eres el único que conoce la verdad. El lector es confidente y cómplice a un tiempo.

Sin desvelar qué ocurre, me arriesgo a contar que, aunque parece una historia sencilla de moraleja igualmente clara, mi sensación final va por otros derroteros. Es complicado conocer la verdadera naturaleza de los comportamientos de las personas que nos rodean, la apariencia que quieren dar, la necesidad de tener éxito y los distintos significados que se asignan al triunfo.

Se lee tan fácil que no puedo dejar de recomendártelo. El libro vuela en las manos de cualquier lector.

Te animo también a que busques información del autor, siempre es interesante saber quién hay detrás de cada historia. En este breve vídeo encontrarás a otros lectores que te muestran sus impresiones: https://www.youtube.com/watch?v=ri83KCK2t7I

Por cierto, sé que en eBiblio (biblioteca pública digital) hay otros dos títulos del autor: Algo en lo que creer y El corazón de los hombres, por si te interesa y te va la lectura digital.

Personalmente, suelen atraerme las historias contextualizadas en lugares pequeños y, afortunadamente, hay muchas. Quizá porque, como he dicho alguna vez, soy más de personajes que de trama y en estos espacios más reducidos proliferan inolvidables y singulares caracteres. De repente me acuerdo de Delibes y El camino o de Ledicia Costas en Infamia. Ambos muy recomendables para el verano. ¿Se te ocurre alguno más?

Título: Canciones de amor a quemarropa

Autor: Nickolas Butler

Nº de páginas: 333

Editorial: Libros del Asteroide

Año de la edición: 2020