El siglo XX para una familia española.

Mirar de soslayo el pasado histórico es un privilegio que podríamos estar disfrutando gracias al sufrimiento de nuestros antepasados. Merecen ser escuchados. Si aquellos amargos episodios vienen novelados se abre ante ti la posibilidad del conocimiento y el aprendizaje acompañados del placer de la lectura.

Esta no es otra historia de la guerra civil. Es la experiencia de una familia que vivió los años del siglo XX que muchos no deseaban recordar y otros contaban con fingida ligereza, coincidiendo todos en un dolor oculto, un millón de sinsabores y unas duras decisiones que marcarían los días venideros y sus destinos inevitablemente.

Víctor, Guillem, su padre, su madre y esa hermana postiza que llegó a casa gracias a la formación musical del patriarca, representan el eje de la trama. Dicho de otra forma: un enfermero, un soldado, un músico, su aprendiz y una maestra, todos republicanos, ven estallar al mismo tiempo su cotidianeidad y la guerra civil del 36. Pero eso es solo el comienzo.

La novela está dividida en varias partes y cada una se encuentra segmentada por periodos que abarcan más o menos años, según la importancia de los hechos que en ellos ocurren. Allende ha optado por un narrador omnisciente que me he imaginado como el abuelo que, desde la serenidad de su hogar, describe lo que le contaron de la familia Dalmau, que puede incluso ser la suya.

La historia es atrayente desde la primera página. Humanidad y enfrentamientos ideológicos están en continuo contraste, una maraña de hechos, de complicidades, de solidaridad y de crueldad van turnándose para destacar entre las palabras. Puede que para que todos captemos los conflictos morales a los que ninguna persona escapa en el envolvimiento de tan arduos capítulos existenciales.

Exiliarse o quedarse, huir o asumir otra guerra mundial, arriesgarse o exponerse a un sufrimiento asegurado. Reiterada insistencia la de la vida en hacerles elegir, cuando aún podían.

Los personajes secundarios quieren dejar de serlo y Víctor Dalmau es, a su pesar, protagonista de su propia vida. El paso del tiempo acentúa sus tímidas determinaciones de juventud, pero con matices. Víctor es de carne y hueso, traspasa el papel. En ocasiones cree ser casi invisible y es entonces cuando se vuelve imprescindible. Describirlo es difícil y rompería parte de la magia.

Felipe, aristócrata de nacimiento y socialista de pensamiento, es la representación de las férreas barreras establecidas en cualquier lugar del mundo donde la cuna pesaba más que el desarrollo personal. No había derecho a pensar, el mundo era estático y modelarlo significaba traicionar a los que te alimentaron de niño. Isidro, al contrario, criado con humildad pero miembro de una familia noble venida a menos, dirige su vida hacia la consecución de un matrimonio que le reporte la recuperación de su estatus, del que lleva en la sangre. Poco importan los pilares éticos y románticos de la unión. Ellos son personajes poco visibles que, junto con otros cuantos, son dignos de reflexión. Me ha costado separarme de más de uno a través de ese punto final que nos deja tan satisfechos como huérfanos al acabar un libro tan completo.

Si supiera que escribir tropecientas palabras sobre Largo pétalo de mar significaría dar respuesta a las preguntas que te asaltan sin remedio con su lectura, no dudaría en hacerlo.

Creo que merecen debate los pilares que fundamentan varias cuestiones: el amor y el matrimonio, el sentimiento de pertenencia a un lugar, la familia, la persecución de un sueño, la aceptación o no de cambios que no decides, la búsqueda de la felicidad, la amistad, la fidelidad…

Puedo decir que todo empieza en Cataluña, pero no dónde acaba porque para mí fue una sorpresa tras otra y no me perdonaría privaros de ese placer que da el descubrimiento. Isabel Allende y yo nos hemos reconciliado. Por razones que no vienen al caso, llevaba tiempo sin leer nada suyo.

Si te has leído este libro, como propusimos en septiembre, lo comentamos en la sección de propuestas lectoras, así no hacemos spoiler a quienes les interese leerlo a partir de esta reseña.

Te dejo el enlace aquí. Si no recuerdas la contraseña consulta tu correo o escríbeme a contacto@provocacionlectora.es. Nos vemos en los comentarios. Saludos.

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2 comentarios

  1. Leyendo esta reseña, me dan ganas de comprar el libro ahora mismo, pero ¡aún tengo algunos en lista de espera!
    Gracias Paqui por tan bien tejidas palabras.

    1. Muchas gracias Edu. Claro, a mí me pasa. Una buena lista de pendientes y además practico algo el tsundoku…jejeje. Todo se junta.

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